jueves, 29 de mayo de 2014

Reflexiones sobre un filete de ternera

Me he parado a pensar en que la crisis afecta a todo el mundo, sí, pero hay cosas de las cuales nos preocupamos demasiado; les quería contar que, vivimos preocupados por el qué dirán, queremos bajar los kilitos de más que habíamos subido en las navidades o en aquellas vacaciones de verano que habíamos comido en un "todo incluido" y no conseguimos bajar; y hemos pasado a ser una sociedad que nunca se satisface, que no es feliz en ningún aspecto.

Se preocupan por su físico, cosa que es normal, pero llegan a extremos que no tiene que ser en absoluto sano, pueden llegar incluso a estar obsesionados de tal manera, que solo viven por y para ver las etiquetas de los productos y cuantas calorías tiene y cuanto tendría que comer etc..

Pero el tema no es ese el que quería hablar hoy, hace tiempo que no comía nada rico, siempre comida precocinada, comida fácil de cocinar, al microondas, restaurantes como Mcdonal´s o Burger King.. es lo que tiene la vida de un estudiante que se ha "independizado", lo digo entre comillas ya que quiera o no, dependo de mis padres económicamente.

Pero la cuestión es que con la crisis, los recortes etc.. no hay dinero, y si lo hay, es poco, y vivimos obsesionados con el dinero, porque el dinero cuesta ganarlo y sin embargo se va muy rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos, sales un día y te compras cuatro cosas y ya te quedaste sin nada; ahí tiene razón la abuela con eso de que con las pesetas llegabas a casa con la compra para llenar toda la nevera.

Hoy fui a comprar algunas cosas que me hacían falta, y hacía mucho que no comía carne, sí que comía de pollo, lomo etc porque eran las más económicas.. pero vi una bandeja de filetes de ternera, en los que venían 6, bastante pequeños, pero bueno.. era un día, y hacía mucho que no comía esos filetes de ternera que hacía mi madre, así que los cogí, a pesar de que la bandeja costaba 3 euros.

Para cenar, freí todos los filetes con un poquito de aceite e hice una salsa con vinagre, ajo y perejil; nada más. Y cuando estaba comiendo, estaba pensando en que me habían costado 3€ y que cada uno de los que me iba comiendo salían a 0,50 céntimos. Eran unos filetes muy pequeños y finos, la bandeja tenía mucho aire.. me estaba sintiendo culpable porque eran caros, y la cena me había salido a 3€ más los condimentos...

¿Sabes cual es el problema? ¿porqué os cuento esto? es porque de tanto pensar en esos filetes, en lo que me habían costado, en lo que podría haber comprado, otra cosa más barata, y en que me iba a quedar sin dinero.. No los disfruté, los comí, y sin darme cuenta se habían acabado, los 6 filetes estaban de camino al estómago y ni me había enterado. De tanto preocuparme por el dinero, no me centré en disfrutar de ellos.

Lo que os quiero transmitir, es que hay crisis, que hay dificultades para afrontar pagos, que la independencia es dura, que hay muchas facturas, que no hay trabajo.. bla bla bla.. pero en realidad, el verdadero problema, es que somos nosotros los que permitimos darle demasiada importancia a lo que en realidad no tiene. Debemos disfrutar más de las cosas, de la vida, de los pequeños detalles, ya sea un filete, o un buenos días, porque las experiencias, las cosas buenas, no tienen precio, y te pueden decir que hay crisis, y que tu lo notes porque lo vives día a día, pero es nuestra elección si queremos obsesionarnos con eso o preocuparnos porque no llegamos a fin de mes, pero un momento que estás con la familia, un momento que estás haciendo algo que te gusta o cualquier cosa, disfrútalo, porque cuando te quieras dar cuenta, esa familia ya no está, o ese filete pasó a mejor vida.